jueves, julio 01, 2010


Huellas del aroma


Mi rareza consiste,
larga e incauta,
en llevar al extremo del tacto
la palidez de tus besos
y ponerte en perfumes
como otros, en palabras:
Café, coñac, naranjas.


II.


Al despertar
él,
un picor de comino,
ojos de salvia lidiando con el sol,
voz áspera y curry, sobre el mediodía.
Una luz mandarina
para celebrar el aire.

No hay comentarios.: