miércoles, diciembre 30, 2009

miércoles

Mi casa es una parte del universo

Los que la vieron dicen que la tierra
es una esfera en el espacio, un planeta
más bien pequeño
del tamaño del dedo pulgar de los astronautas.
Yo no lo dudo porque he visto las fotografías
y porque ahora estoy a casi medio planeta de mi casa.

Lo mejor de todo esto es que en ese pulgar
también mi casa es una parte del universo.

Cómo no serlo si en el patio del fondo
hay un filodendro de gigantes hojas y también gusanos
bajo la tierra
aptos para la pesca,y ahora que me acuerdo
el olor de los helechos contra la pared
la cara de Delfina o Federico entre los árboles
y aquel canario que se nos voló de noche.

Alfredo Veiravé


martes, diciembre 15, 2009

martes

"Todo es nosotros, y nosotros somos todo; ¿pero de qué sirve el que así sea, si todo es nada? un rayo de sol, una nube que la sombra súbita dice que pasa, una brisa que se alza, el silencio que se expande cuando ella cesa, un rostro u otro, algunas voces, la risa casual, entre ellas, que hablan, y después la noche, donde emergen sin sentido los jeroglíficos rotos de las estrellas."

F.P.

domingo, diciembre 13, 2009

domingo

Se levantó viento... primero fue como la voz de un vacío... un soplar en el espacio hacia adentro de un agujero, una falta en el silencio del aire. Luego se alzó un sollozo, un sollozo del fondo del mundo, un sentir que trepidaban los vidrios y que era realmente viento. Después sonó más alto, como un bramido sordo, como un llorar sin llanto ante el ensanchamiento de la noche, un crujir de cosas, un caer de pedazos, un átomo de fin de mundo.
Después parecía que...

F. Pessoa

sábado

viernes, diciembre 11, 2009

viernes

…¿Y qué, preguntas, nos enseña la escritura?

Primero y principal, nos recuerda que estamos vivos y que eso es un obsequio y un privilegio, no un derecho. Que debemos merecer la vida una vez que nos han premiado con ella. La vida pide por recompensas de vuelta porque nos ha favorecido con animación.

Así que mientras nuestro arte no puede, como desearíamos que pudiera, salvarnos de guerras, privaciones, envidia, codicia, vejez, o muerte, nos puede revitalizar en medio de todas ellas.

Segundo, escribir es sobrevivencia. Cualquier arte,cualquier buen trabajo, por supuesto, es eso.

No escribir, para muchos de nosotros, es morir.

Debemos tomar las armas cada uno y todos los días, quizás sabiendo que la batalla no podrá ser ganada enteramente, pero pelear nosotros debemos, así sea sólo un gentil combate. El más pequeño esfuerzo por ganar significa, al final de cada día, una suerte de victoria. Recuerda al pianista quien dijo que si no practicaba cada día él sabría, si no practicaba por dos días, los críticos sabrían, y después de tres días, la audiencia lo sabría.

Una variación de esto es verdad para los escritores. No es que tu estilo, cualquiera que sea, se derretirá fuera de forma en esos pocos días.

Pero lo que podría pasar es que el mundo te alcance y trate de enfermarte. Si no escribes todos los días, los venenos se acumularán y comenzarás a morir, o actuar como loco o ambos.

Debes quedarte intoxicado en escritura de manera que la realidad no te destruya.

Ya que escribir permite justo las recetas apropiadas de verdad, vida, realidad que te son permitidas comer, beber, y digerir sin hiperventilar y caer como un pescado muerto en tu cama…

Prefacio. P. XIII

Ray Bradbury

jueves, diciembre 10, 2009

jueves

Lento, en el resplandor allí afuera de la Luna en la noche lenta, el viento agita cosas que trazan una sombra movediza. Tal vez no es más que la ropa que dejaron colgada en el piso más alto, pero la sombra, en sí, no conoce de camisas, y flota impalpable en un acuerdo mudo con todo.

Fernando Pessoa como Bernardo Soares