domingo, diciembre 27, 2009

Para que la noche sea

esta oscuridad no parece la noche sino
la piedra fresca de mi corazón

mientras el patio recoge sus lámparas
oigo tu voz
entre los cuartos de la casa

comprendo
entonces
que
faltaba
ese oculto rumor de tu presencia
para abrir el sauce
y las estrellas.


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