Si tomaramos te (pienso ahora) antes de vernos las caras esos días, quizás estaríamos más preparados al encuentro, quizás me verías mejor (y no evitarías mis ojos si te miro desde arriba).
Lo que para mí es triste, vos decís que es romántico... no es del todo irremediable. Que no nos entendamos hablar (ni siquiera las palabras, ni que hablar de su sentido) me asusta más. Que ninguno tenga sonriente entusiasmo... lo dice todo.
Te de yuyos de montaña que prepare alguna bruja, o un mate que cebe alguien que sepa y no yo. Pero no, nada salvaría lo muerto de todo esto en sus inicios (no creo que vuelvas, no espero que vuelvas, no quiero que vuelvas).

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