OJO, PINTA
Me hice viejo
pero no sabio.
Todo lo que aprendí sobre el amor
de nada me sirvió.
Todo lo que vi en el corazón de las mujeres
no era todo lo que había en el corazón de las mujeres.
Con las piedras que tropecé
no volví a encontrarme;
otras nuevas me hicieron caer.
Cuando me aparté diciendo
esa perra ya me mordió
entonces
me mordió una gata.
Luis Rogelio Nogueras
3 comentarios:
nada que envidiarle a los consejos del abuelo Mierda :P
jajajajja
coincido! jeje... pero muy buena poesia!
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