"Así es como, cada día, cada incidente, me obligaba a reconsiderar las visiones que daba por adquiridas definitivamente y sobre las que encontraba normal y fácil apoyarme:
No –me explicó Marcel–, la vida plantea una serie de problemas y hay que resolverlos de nuevo cada vez. La experiencia y lo adquirido no constituyen una clave universal para resolver los problemas de la vida. No hay que prejuzgar, es decir juzgar de antemano, ¿no es verdad? No. Lo necesario es la reflexión constante y renovada de continuo, como para Trotsky la revolución permanente.
Sea. ¿Pero y si mañana, después de reflexionar, el juicio de la víspera no nos parece ya conveniente?
No tiene importancia. Se crea un equilibrio fatal como en el ajedrez. Hay que esforzarse siempre para verlo todo con una mirada nueva, incluso si nos contradecimos, porque el contexto de hoy no es nunca del todo el mismo que ayer."
Lydie Fischer Sarazin-Levassor
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