Que importa el color de las cosas, la gente en la calle, el calor. Que importan los horarios que no cumplo y decir que son vacaciones y leer y no reirme más. Que ya no me duela y se aliviane el cuerpo con las pérdidas.
¿qué va pasar que todavía no pasa, y pesa en el aire como un olor de algo lejos?
¿qué va ser el verano sin compañía y sin ilusiones que observar, como un globo de agua que se sostiene en la mente?
Siento los huesos contra la silla, salen las caderas cuando me acuesto, me sobra piel en la espalda. ¿era más feliz antes, cuando rayaba los muebles y mordía los vasos?¿o cuando mareada y atontada me dejaba estar?
Nunca el mundo tan real, tan duro, tan arista.
Nunca tanta necesidad de acurrucarme hasta entrar en una baldosa.
Nunca tantas ganas de ser liviana y frágil como piel sin mente.
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