Hay gente en el mundo que parece un pedazo de hielo. Todo les resbala. Nada parece erizarles la piel.
Yo soy más como de madera blanda... ante la cosa más pequeña ardo (de bronca, de cariño y de otras cosas) y todo me deja una marca.
Sí, supongo que sorprende.
Cuando quiero, quiero de verás (a veces por las razones más simples, ven? no soy tan exigente). Cuando me lastiman, aún con lo más tonto, siempre me duele... enseguida lloro, se me revuelve el estomago, tengo piel de gallina o ganas de gritar.
Y hay gente a la que simplemente quiero hacerla feliz... verlos reirse, tener motivos, pensar. Ese es mi error supongo... ya no sé. En estos días no sé nada.
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